Vendedor ambulante de vegetales vendiendo a una mujer

Este cuadro forma parte de las obras elegidas por Hackert para decorar el «Salón Trasero de la Galería», que funcionaba como Sala de Juegos. 

El protagonista del cuadro es un burro cargado con cestas rebosantes de vegetales, con una mirada notablemente tierna. A la derecha, un «verdumaro» o «vendedor de verduras» –como se le menciona en grabados de la época–, lleva un tocado rojo y una chaqueta verde tradicionales, ofreciendo sus productos a un plebeyo vestido de rojo, quien parece insinuar una sonrisa. 

Por su significado alusivo, es probable que esta pintura fuera considerada adecuada para un ambiente dedicado, casi con seguridad, exclusivamente para hombres. La escena, de hecho, se repite en una de las composiciones del belén del Palacio Real de Caserta.

Tras la caída en desuso del sitio, la pintura se incorporó a la colección del Palacio Real de Caserta. Identificada por Carmen Masi como parte del antiguo patrimonio de Carditello, la obra estuvo prestada a la Prefectura de Caserta hasta su retorno en 2014.