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El hábil pintor de animales Martin Ferdinand Quadal pintó casi con certeza tres cuadros para el Comedor de Carditello, pero solo dos de ellos regresaron del exilio de los soberanos en Palermo.
Los dos lienzos que retratan a los adiestradores de perros de la Corte fueron pintados en 1784, cuando Quadal hizo escala en Nápoles; se sabe que, en el mismo año, Gennaro Rossi dirigía la antigua «canetteria» (perrera) en Via Sant'Antonio en Caserta, donde cuidaba de 48 perros.
El cuadro retrata al adiestrador de perros de la Corte Gennaro Rossi, quien, con carabina y silbato, está rodeado de nobles razas de perros – de España y Moscú – mientras contempla con satisfacción la rica caza de jabalíes. Constituye un valioso testimonio de pinacoteca borbónica original, elegida por Hackert para amueblar el nuevo apartamento del rey.
La elección de los soberanos de colocar el par de pinturas en el Comedor está asociada con la costumbre del rey de cocinar los productos de sus cacerías, una actividad cuya importancia es difícil de entender hoy en día.
Por esta razón, los adiestradores de perros eran muy apreciados en la sociedad de la corte, ya que cuidaban de los perros y los entrenaban para las cacerías. Eran criados en las diversas «canetterie» (perreras) en las cercanías del Palacio Real de Caserta, incluidas las de Sala, Briano, Ercole, Aldifreda y San Nicola la Strada.